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POR J. GARCÍA
DIARIO LAS AMÉRICAS
DIARIO LAS AMÉRICAS
MIAMI.- Corea del Norte ha vuelto a despertar el lenguaje beligerante al que tuvo acostumbrada a la comunidad internacional hace tan solo unas semanas. El pasado 15 de abril fue el momento álgido de esa crisis ya que muchos analistas auguraban que Pyongyang podría utilizar la fecha de celebración del nacimiento de Kim Il-sung para lanzar un misil de medio o largo alcance. Desde entonces, pocas noticias habíamos tenido. Hasta el pasado fin de semana.
Desde el sábado, Corea del Norte ha lanzado seis cohetes de corto alcance hacia el Mar de Japón, dos de ellos ayer lunes.
“Estamos tratando de determinar qué tipo de proyectiles son y las intenciones de Corea del Norte. Parece que el Norte está intentando devolver la tensión a la Península de Corea”, afirmó un portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur en declaraciones a la agencia Yonhap.
Desde Seúl, se ha indicado que estos misiles serían misiles KN-02, con un alcance aproximado de 120 kilómetros, por lo que no se incumplirían las sanciones impuestas por las Naciones Unidas a Pyongyang.
RESPUESTA INTERNACIONAL
Pese a que teóricamente no existe ninguna violación de las sanciones impuestas al lanzar estos misiles, no puede obviarse que se trata de un mensaje dirigido a la comunidad internacional. “Todo esto es un acto desesperado de pedir atención para que se le resuelva un problema, posiblemente económico”, en opinión del coronel Octavio Pérez, quien sostiene que el régimen comunista se encuentra aislado internacionalmente: “Por mucho que ellos quieran ser independientes, va a llegar un momento en el que van a necesitar de resolver este problema. Porque ellos saben que no pueden comenzar una guerra por ninguna razón. Y, además, nadie va ir a rescatarlos”. Este coronel recuerda que incluso China, quien ha reclamado la liberación de un barco con varios marineros, ha sido ignorada por Pyongyang.
No es de la misma opinión Alejandro Cao de Benós, delegado especial para el Comité de Relaciones Culturales con el Extranjero del Gobierno de Corea, consultado vía electrónica por DIARIO LAS AMÉRICAS, para quien estos lanzamientos son “ejercicios de pruebas balísticas y una advertencia a los EEUU que nuestro Ejército está preparado y observando sus movimientos” en la zona del Mar de Japón.
Pérez considera que estos lanzamientos efectivamente “son un mensaje beligerante”, que no pueden compararse con pruebas similares realizadas por otros países: “No es, por ejemplo, el mismo caso que Canadá, que lanzó un misil como el lanzado por Corea del Norte y no pasó nada. La diferencia es que Pyongyang está bajo sanciones desde hace diez años. Además, Norcorea está saliendo de una crisis, de un chantaje nuclear y no se sienta a dialogar”.
Por ello, la razón final de esta nueva escalada sería el deseo de Kim Yong-il de volver al centro del debate: “Tenemos un individuo que cada mes le da una crisis y quiere salir en la primera plana de los periódicos. Porque, en realidad, los misiles son misiles tácticos y los cohetes que disparó son cohetes de artillería convencional”, explica Octavio Pérez.
“Es una excusa, porque ellos lo que están buscando no es necesariamente una confrontación sino el reenganche, es decir, salir a la palestra porque lo que ha hecho el mundo occidental el último mes es ignorarlos. Entonces es un acto desesperado de buscar atención hacia ellos”.
DEPENDE DE EEUU
Algunos analistas avisan de que esta situación podría ser la antesala de un nuevo ataque contra sus vecinos de la zona, algo que sin embargo el coronel pone en cuestión: “Si se lanza un misil de mayor alcance, que podría ser porque ya ha pasado en el pasado, será hacia el océano. No van a ser tan brutos como hicieron en 1999 que lanzaron uno que sobrevoló Japón. Porque si lo hicieran, saben que Japón y Estados Unidos responderían, junto a todos los demás”.
Por su parte, Alejandro Cao advierte de que un posible conflicto tan solo “depende de los EEUU. Si continúan movilizando armamento hacia Corea y realizando más maniobras, la RPD de Corea responderá para recordarles la línea roja que no permitirá que violen”.
En todo caso, Pérez resalta que si tal ataque se produjera, la respuesta sería proporcional pero inmediata: “Si el misil es lanzado a un área donde no hay ni un barco, donde no hay ninguna actividad militar, no va a tener mayor repercusión. Pero si dispararan y hunden un acorazado de Corea del Sur o americano, como hicieron en el 2011, o lo disparan para volar territorio nacional de Japón, EEUU se vería obligado, por el Pacto de Defensa junto a Corea del Sur, a disparar el mismo tipo de misil, con la misma intención, que es lo que ha ocurrido históricamente”.
Desde el sábado, Corea del Norte ha lanzado seis cohetes de corto alcance hacia el Mar de Japón, dos de ellos ayer lunes.
“Estamos tratando de determinar qué tipo de proyectiles son y las intenciones de Corea del Norte. Parece que el Norte está intentando devolver la tensión a la Península de Corea”, afirmó un portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur en declaraciones a la agencia Yonhap.
Desde Seúl, se ha indicado que estos misiles serían misiles KN-02, con un alcance aproximado de 120 kilómetros, por lo que no se incumplirían las sanciones impuestas por las Naciones Unidas a Pyongyang.
RESPUESTA INTERNACIONAL
Pese a que teóricamente no existe ninguna violación de las sanciones impuestas al lanzar estos misiles, no puede obviarse que se trata de un mensaje dirigido a la comunidad internacional. “Todo esto es un acto desesperado de pedir atención para que se le resuelva un problema, posiblemente económico”, en opinión del coronel Octavio Pérez, quien sostiene que el régimen comunista se encuentra aislado internacionalmente: “Por mucho que ellos quieran ser independientes, va a llegar un momento en el que van a necesitar de resolver este problema. Porque ellos saben que no pueden comenzar una guerra por ninguna razón. Y, además, nadie va ir a rescatarlos”. Este coronel recuerda que incluso China, quien ha reclamado la liberación de un barco con varios marineros, ha sido ignorada por Pyongyang.
No es de la misma opinión Alejandro Cao de Benós, delegado especial para el Comité de Relaciones Culturales con el Extranjero del Gobierno de Corea, consultado vía electrónica por DIARIO LAS AMÉRICAS, para quien estos lanzamientos son “ejercicios de pruebas balísticas y una advertencia a los EEUU que nuestro Ejército está preparado y observando sus movimientos” en la zona del Mar de Japón.
Pérez considera que estos lanzamientos efectivamente “son un mensaje beligerante”, que no pueden compararse con pruebas similares realizadas por otros países: “No es, por ejemplo, el mismo caso que Canadá, que lanzó un misil como el lanzado por Corea del Norte y no pasó nada. La diferencia es que Pyongyang está bajo sanciones desde hace diez años. Además, Norcorea está saliendo de una crisis, de un chantaje nuclear y no se sienta a dialogar”.
Por ello, la razón final de esta nueva escalada sería el deseo de Kim Yong-il de volver al centro del debate: “Tenemos un individuo que cada mes le da una crisis y quiere salir en la primera plana de los periódicos. Porque, en realidad, los misiles son misiles tácticos y los cohetes que disparó son cohetes de artillería convencional”, explica Octavio Pérez.
“Es una excusa, porque ellos lo que están buscando no es necesariamente una confrontación sino el reenganche, es decir, salir a la palestra porque lo que ha hecho el mundo occidental el último mes es ignorarlos. Entonces es un acto desesperado de buscar atención hacia ellos”.
DEPENDE DE EEUU
Algunos analistas avisan de que esta situación podría ser la antesala de un nuevo ataque contra sus vecinos de la zona, algo que sin embargo el coronel pone en cuestión: “Si se lanza un misil de mayor alcance, que podría ser porque ya ha pasado en el pasado, será hacia el océano. No van a ser tan brutos como hicieron en 1999 que lanzaron uno que sobrevoló Japón. Porque si lo hicieran, saben que Japón y Estados Unidos responderían, junto a todos los demás”.
Por su parte, Alejandro Cao advierte de que un posible conflicto tan solo “depende de los EEUU. Si continúan movilizando armamento hacia Corea y realizando más maniobras, la RPD de Corea responderá para recordarles la línea roja que no permitirá que violen”.
En todo caso, Pérez resalta que si tal ataque se produjera, la respuesta sería proporcional pero inmediata: “Si el misil es lanzado a un área donde no hay ni un barco, donde no hay ninguna actividad militar, no va a tener mayor repercusión. Pero si dispararan y hunden un acorazado de Corea del Sur o americano, como hicieron en el 2011, o lo disparan para volar territorio nacional de Japón, EEUU se vería obligado, por el Pacto de Defensa junto a Corea del Sur, a disparar el mismo tipo de misil, con la misma intención, que es lo que ha ocurrido históricamente”.
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